“El enemigo más grande que uno tiene ahí dentro es la depresión. Sientes un vacío inmenso y solo deseas morir”, es el testimonio de uno de los detenidos durante el régimen de excepción que ampara la guerra impulsada contra las pandillas del presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Los relatos han sido reseñados en un reportaje publicado el sábado 25 de marzo en el portal web del diario español El País. El mismo se deja ver el punto de vista de los pandilleros recluidos en el país centroamericano.
Por ejemplo, Manuel, nombre ficticio por seguridad, de unos 40 años de edad, dijo: «Desde que entré hasta que salí no vi la luz del sol. Desde mediados de abril del año pasado hasta principios de febrero».
En su caso, prácticamente, pasó un año encerrado en el penal Izalco, a unas dos horas al oeste de la capital. En una celda para 20 personas donde había metidas más de 70.
Relató que, ante la falta de espacio, los presos se turnaban para dormir sentados en tandas de dos o tres horas. Señaló que solo había un retrete y era habitual que recibieran una comida al día, dos tortillas y una cucharada de frijol.
Relató que había un hombre de 62 años, quien era diabético, lo dejaban dormir sentado toda la noche mientras el resto seguía de pie. Un día, no despertaba. Trataron de moverlo entre varios y estaba helado. Cuando llegaron los custodios, ya no tenía pulso.
GUERRA CONTRA LAS PANDILLAS
“Gracias a Dios, ahora vivimos en un país diferente”, expresó el miércoles 15 de febrero Bukele, quien celebró así que el país cumpliera 300 días sin homicidios como resultado, según él, de la lucha contra las pandillas.
«¡Hemos llegado a 300 días sin homicidios! Para ponerlo en contexto, el gobierno anterior no tuvo un tan solo día sin homicidios, y el anterior a ese, solo tuvo uno. Un día sin homicidios en 10 años. Pero gracias a Dios, ahora vivimos en un país diferente», señaló Bukele.
Vale recordar, que Bukele lanzó hace 11 meses una «guerra» contra las pandillas, presentó la cárcel «más grande de América», donde tiene previsto encerrar a unos 40.000 presuntos pandilleros.
Según reseñó AFP, la megacárcel fue construida en una zona rural aislada en un valle cercano a Tecoluca, 74 km al sureste de San Salvador. Al parecer, el mismo mandatario habría supervisado su construcción.
El recinto penitenciario abarcaría unas 166 hectáreas y tendría una decena de pabellones que ocupan 23 hectáreas, explicó el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez. Además, posee sistemas de vigilancia con circuitos de video y escáner.
Las instalaciones son llamadas, por las autoridades salvadoreñas, «Centro de Confinamiento del Terrorismo», poseen un muro perimetral de 2,1 kilómetros, que será vigilado día y noche por 600 soldados y 250 policías. En el interior la seguridad, estará a cargo de guardias de la Dirección General de Centros Penales.
«Toda persona perteneciente a una estructura terrorista es la que va a ingresar a este centro de confinamiento», dijo, en su momento, el viceministro de Justicia y Seguridad Pública, Osiris Luna.
Redacción Maduradas con información de El País y AFP
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Publicado por Autor Maduradas